Daniel Pennac en su obra Como una novela, señala: “Leer no admite el imperativo”, esa
invitación a “Leer por placer” es una acción tan necesaria en nuestras vidas que
favorecerla creativamente es urgente.
En una época de “lecturas de la realidad” y de la importancia de aprender a ejercer la
autonomía, es fundamental que la formación de ciudadanos en general y de docentes de
educación básica en particular, esté precedida por la práctica habitual de la lectura,
simplemente por el gusto de descubrir algo nuevo cada día.
Los talleres del Club de lectura organizados por las autoridades educativas en Campeche
en coordinación con Innovación y Asesoría Educativa AC nos han permitido comprobar
que los jóvenes no solo leen, sino que encuentran sentido en la lectura cuando se les
ofrece un ambiente cordial en el que pueden elegir libremente qué leer y cómo compartir
sus experiencias con sus compañeros. Estos espacios les brindan la seguridad para
experimentar y recrear sus ideas colaborando en pequeños grupos con consignas
sencillas y búsqueda de opciones para reír.
El aula se convierte en un laboratorio de experimentación, donde se organizan
programas radiofónicos, podcasts, representaciones con promotores de lectura o incluso
la invención de cuentos que se comparten utilizando herramientas de la tecnología. Dar
recomendaciones para crear “la biblioteca de mis sueños” fue solo uno de los muchos
pretextos para generar un espacio de creatividad, sana convivencia y la esperanza de
que la magia de la lectura se hará presente con regularidad en sus vidas, una vez que
han jugado con los recursos para vivirla más allá del aula y del lápiz y el papel.
POR LUCÍA MORENO
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