MESA IV: ¿Cuál escuela es mejor para atender lo emocional: presencial o a distancia?
El siguiente texto toma como base el tema abordado el primero de julio del año en curso en la mesa de diálogos número 4, llevada a cabo por Innovación y Asesoría Educativa A.C, en ella se plantean la educación socioemocional y el arte como áreas que abonan al desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes; lo que aquí se presenta son algunas reflexiones que dan continuidad al tema considerando la complejidad que acompaña el inicio del ciclo escolar 2020-2021, si es de su interés pueden ver el video de dicha mesa de diálogos en esta plataforma.
El gobierno de nuestro país y de manera específica la Secretaría de Educación Pública definieron y sustentaron la necesidad de reiniciar la educación presencial en las miles de escuelas que conforman la educación básica, tanto por ser uno de los países que no habían abierto sus escuelas desde el inicio de la pandemia, como por las dificultades que presenta el confinamiento a niñas, niños y adolescentes puntualizando su afectación en cuanto a su desarrollo emocional, sin perder de vista que el éxito de los aprendizajes no se logra igual cuando la educación es distancia. El anuncio repetido del regreso a la escuela presencial se acompañó de altos índices de contagio, la aparición de nuevas cepas del SARS-19, la población mayor de 18 años que no ha concluido su vacunación y niñas, niños y adolescentes que no están considerados en el cuadro de vacunación para protegerlos del contagio.
Este panorama suma o bien confirma los diferentes estados emocionales que ha desencadeno la pandemia y el confinamiento en la población, la tristeza, ansiedad, desinterés, angustia, frustración, temor, enojo, entre otros. Los padres y tutores atentos a las propuestas de cómo iniciarán las clases, algunos con necesidades reales para que atiendan a sus hijos en la escuela, otros con los temores generados por la situación actual de contagios o bien por tener experiencias difíciles de pérdidas o de atención a familiares contagiados y, sin querer enviar a sus hijos e hijas a escuela presencial; lo cierto y ante todo esto es que se generó una mayor incertidumbre y complejidad en la toma de decisiones también en docentes y autoridades directivas de los diferentes planteles escolares de educación básica.
Sin embargo se dio el inicio del ciclo escolar 2021-2022 en escuela presencial a distancia, híbrida o mixta, no importando cuál sea la forma de vivir las clases, los alumnos están nuevamente atendidos escolarmente, ante ello las escuelas con la necesidad de definir qué contenidos conformarán la enseñanza, no sólo para iniciar el fortalecimiento de la vida social de los alumnos sino también visualizando el futuro y prevenir, en lo posible, un debilitamiento emocional en situaciones de emergencia o de nuevo confinamiento.
Ante ello nuevamente y centrándonos en la atención pedagógica surge el tema del área socioemocional, misma que forma parte de la propuesta curricular 2017 “Aprendizajes clave”, este tema se ha retomado de manera insistente en los consejos técnicos del ciclo escolar 2019-2021 y 2022 y ahora como parte de diferentes documentos creados por la Secretaria de Educación Pública y MEJOREDU para apoyar a la Nueva escuela mexicana y a sus docentes.
Ante este panorama educativo es necesario puntualizar la relación estrecha que existe entre inteligencia y afectividad, las emociones se desarrollan a partir de interacciones y del contacto con el mundo, la inteligencia está íntimamente relacionada con la emoción, pues a partir de ella se genera el deseo, la voluntad, el entusiasmo y la iniciativa de aprender. El encierro -confinamiento- generó y sigue generando vacíos y ausencias en el fortalecimiento del desarrollo de varías emociones.
La escuela actual, en la modalidad que sea, requiere estrategias de trabajo que consigan incluir de manera formal y sistemática la atención al desarrollo socioemocional de los estudiantes, mediante alternativas didácticas que fortalezcan una educación integral, por ello se abre una gran posibilidad de atender no sólo los contenidos académicos, sino también las áreas que contribuyen al desarrollo personal y social de niñas, niños y adolescentes.
Arte y emociones como parte del trabajo por proyectos
La educación integral entra en juego, pues no se trata solo de atender los temas académicos, español, matemáticas, ciencias, sino también visualizar otras áreas que contribuyen al desarrollo humano, la educación socioemocional es la encargada de lograr que los alumnos comprendan y manejen sus emociones, pero no desde una clase prescriptiva o con tendencias terapéuticas o lo que esta de moda, que es el cauching, sino desde la vida cotidiana escolar, presencial o distancia, la idea es lograr que los alumnos se visualicen y consigan desde sí mismos y con los demás un BIENESTAR, es decir a partir de las experiencias prácticas asociadas con las actividades escolares.
La vida práctica escolar es un espacio optimo para atender el desarrollo de habilidades emocionales en los alumnos, pero para ello es necesario considerar cómo, qué y para qué se abordará la educación emocional, cuáles serían las habilidades-dimensiones- principales que se requieren atender y fortalecer en los alumnos. Considerar aquellas habilidades emocionales que más apoyan la adaptación, la seguridad, el interés, la empatía de los alumnos para poder involucrarse en la actividades escolares; por ejemplo fortalecer la autonomía y autoconocimiento o bien la comunicación y comprensión de otros -la empatía- se es importante tomar definiciones pedagógicas en cuanto a cuáles son las habilidades esenciales que se trabajarán de manera específica con algunos alumnos o con el grupo y cuáles se reforzarán para no generar consecuencias negativas en los niños, niñas y adolescentes.
La escuela y la flexibilidad curricular permiten desarrollar la creatividad pedagógica por ello es oportuno mirar al arte también como parte de la educación integral; la importancia de vincularlo con el desarrollo emocional tiene diversas justificaciones sustentadas, desde Vigotski, Piaget y actualmente Bisquerra autor que es retomado en el plan de estudios 2017. Para Vigotsky el ARTE es el EDUCADOR DE LAS EMOCIONES, con él se desarrolla la imaginación, la creatividad e integra el pensamiento y las emociones y hace presente la intuición y la razón; para Piaget el arte es la parte medular de la existencia humana, que involucra la conciencia a partir de experiencias expresivas e interpretativas con una interacción permanente con la cultura, él declara que la inteligencia y la emoción son inseparables. El arte también puede ser una herramienta que garantiza la generación de vínculos afectivos y empáticos en los alumnos, así como nuevas formas de expresarse y, como ensayo de la realidad porque ayuda a comprender la vida observando, reflexionando, comunicando.
Entonces si el arte fortalece las habilidades emocionales y cognitivas el docente puede considerar la posibilidad pedagógica de esta unión y definir estímulos, organizar el aula- ya sea presencial, virtual o híbrida- considerando contenidos interesantes que le sugieran algo al estudiante, los motive, los asombre; tal vez conjuntamente con otras asignaturas como Historia, Español y Ciencias.
Ante esta propuesta de atención y el desarrollo de las habilidades emocionales se presenta un conjunto de alternativas curriculares, que bien podrían aprovecharse desde una metodología integradora, como lo es el trabajo por proyectos, con ella no sólo se articulan diferentes temáticas, sino también se logran interacciones entre alumnos, maestros, autoridades y padres de familia así como contextos, escenarios, obras y creaciones humanas.
Esta estrategia metodológica plantea de manera muy clara la colaboración y consigue la convivencia bajo estrategias de participación y aprendizaje, permite mejorar la autonomía, autorregulación, empatía, toma de decisiones, debates, argumentaciones, organización, investigación, vínculos entre compañeros de otros niveles de aprendizaje y grados escolares, vínculos entre profesores y autoridades, participación de padres de familia, así como el juego y cambios de roles en los que se participa, rompe jerarquías, promueve la comunicación, la convivencia respetando la diversidad, provoca intercambios, la creatividad, la imaginación, pone en juego habilidades emocionales y cognitivas, reivindica la identidad con la escuela y la comunidad, Pedagógicamente es una alternativa para los docentes pues mediante el método de proyectos -ya sea con la participación de la escuela o solo una aula – podrán tomar definiciones más específicas de qué, cómo y para qué enseñar.
Ante todo lo planteado vale la pena cuestionarnos ¿es la escuela en cualquiera de sus modalidades de trabajo un espacio de acompañamiento emocional?, ¿por qué la enseñanza académica debe considerar la atención y desarrollo emocional de niños, niñas y adolescentes? ¿Cuáles son las necesidades emocionales que se pueden atender de manera formal y cotidiana en las aulas virtuales, presenciales y a distancia? ¿Por qué es necesario reconocer, atender y colaborar en el desarrollo de la vida emocional de los docentes y alumnos?
Lic. Adriana Trejo Orozco
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