DEL CONFINAMIENTO A LAS AULAS, ¿EN QUÉ CONDICIONES?

‘No os equivoquéis, mandar los mismos ejercicios, pero por plataforma no es competencia digital’ (Fórum Aragón, 2020: 24)

Escalonado, intermitente, con medidas e higiene, en semáforo verde, todos los docentes vacunados, con sana distancia y otros requisitos más, todos necesarios para regresar a las aulas. Estas son los mínimos de sanidad que se necesitan para la seguridad respecto del COVID.

Pero, ¿cuáles son las condiciones pedagógicas y socioemocionales para un regreso a los salones de clases? Un fenómeno mundial e inédito irrumpió en la vida de las personas de todo el mundo, nos obligó al aislamiento social, y transformó nuestra cotidianidad en encierro, pérdida y duelo, y desaceleramiento económico. Esta situación es multidimensional, y por ello impacta totalmente en cada uno de los aspectos de una enseñanza que al menos en las últimas décadas, hemos pretendido que está dirigida para proveer de herramientas para la vida, para aprender a aprender.

LISTAZOOM¿Qué debe aprender hoy el estudiante de educación básica y obligatoria en un mundo globalizado y afectado por una pandemia? ¿Esto se debe simplificar a seguir rutinas de limpieza y negar otros aspectos fundamentales como la movilidad, los derechos humanos, la exclusión digital, la discriminación por enfermedad, el desarrollo de las ciencias de la salud, las repercusiones de la desigualdad en el acceso a servicios de salud, entre muchas otras temáticas?

Sin duda, estamos frente a un estado emergente, que ha llevado por una multiplicidad de caminos a los docentes de todos los países. Por eso, ya se empieza a hablar de una pedagogía de la pandemia. Esta parece tener algunos ingredientes específicos de este fenómeno mundial: el uso de recursos para estudiar a distancia de diversa índole, tanto escritos como digitales; la indiscutible desventaja de los grupos vulnerables para mantenerse dentro de la educación escolarizada; la necesidad de que los docentes cuenten con conexión y formación para la incorporación de la tecnología en sus recursos de enseñanza; el tratamiento de la afectación de la salud mental y emocional que produce el aislamiento; la falta de interacción y el encierro, además bajo la amenaza de una enfermedad altamente contagiosa y mortal; el duelo mundial que sufren las familias, tanto en la pérdida de sus familiares y amigos, como de otros aspectos de su vida, tales como la libertad de movimiento, el trabajo, la convivencia, entre otros que han sido restringidos por el contagio.

Estas circunstancias ponen de nuevo en el debate el reclamo del acceso universal a la educación. En las democracias se adjudica al estado la tarea de garantizar este derecho, el cual de por si es difícil de lograr, y que en estas tareas se modificaron y aumentaron con la pandemia: ahora incluyen conectividad y los dispositivos que las incluyen, tanto para estudiantes, maestros y familias; el cuidado socioemocional; las medidas de higiene, salud y vacunas para la comunidad escolar, entre otros.

También hace evidente que la tarea se extiende al apoyo que los padres pueden realizar para las tareas educativas escolarizadas, y por tanto el entrenamiento básico para poder llevarlo a cabo. Y, asimismo, enfrenta a la falta de condiciones para el aprendizaje que se viven en los hogares: desde la carencia de mobiliario y materiales de trabajo, hasta las dificultades que viven por las diversas tensiones familiares que llegan a la violencia física. Evidentemente, una tarea que supera a la escuela.

Se suma la necesidad de contar con herramientas, conocimientos e insumos para mantener las escuelas y aulas en constante asepsia e higiene. Tener saberes para que la limpieza, las rutinas y la higiene sean suficientes y adecuadas, y se complementen con otros conocimientos y acciones relevantes para la salud: alimentación nutritiva, cuidado del cuerpo, rutinas de ejercicios, entre otras opciones.

¿Podemos advertir en estas circunstancias y comentarios realizados que sin duda el trabajo docente se modifica sustancialmente ante los cambios suscitados? Por ello, sin afán realmente de hablar de una pedagogía de la pandemia, enumeremos algunos retos para el profesorado actual:

  1. Asimilar de forma constante las variaciones de una educación mixta, que ha exigido utilizar recursos y tomar prácticas de la educación tradicional, la educación a distancia tradicional (impresa), la presencialidad, las aulas virtuales, la educación en línea, la realidad virtual, la realidad aumentada, las conferencias sincrónicas, la mensajería instantánea, entre otras aplicaciones. Además, estas variaciones mixtas.COMPUTADORA
  2. La habilidad de seleccionar, redefinir los contenidos curriculares y las estrategias poniendo de relieve los temas del mundo global y sus implicaciones (como el de una pandemia internacional), pero a la vez atendiendo las necesidades locales y las de cada individuo. Cada docente, independientemente de las acciones y políticas nacionales, ha tenido que hacer la revisión de los planes de estudio, adaptar los materiales de estudio a los modelos mixtos y flexibilizar sus métodos de enseñanza y evaluación y aprovechar los recursos tecnológicos a su alcance.
  3. Adquirir y desarrollar capacidades y conocimientos de temas específicos de sanidad e higiene. Determinar en cada caso específico los insumos y materiales indispensables para limpiar y mantener los espacios escolares y estrategias para establecer la sana distancia, las rutinas con profesores, estudiantes y miembros de la comunidad educativa que permitan controlar la seguridad y sanidad.
  4. Contar con recursos terapéuticos para favorecer la salud mental y emocional de los integrantes de la comunidad educativa, pues hemos estado en largos procesos de confinamiento y falta de socialización, diferentes agentes de la comunidad educativa han sufrido pérdida y luto, y las relaciones de comunicación a través de medios tecnológicos han transformado la identificación afectiva entre alumnos y maestros.
  5. Una mejora sustancial y creativa de la comunicación con las familias. Las familias viven la falta de conectividad, las dificultades de trabajar desde el hogar, o incluso de salir del hogar a trabajar a pesar de los contagios, sabiendo que sus hijos están solos en casa. Conciliar el trabajo con las circunstancias que ha generado la pandemia, se constituido en un gran reto. En este aspecto, es notoria la carga en las mujeres, que, por tradición en todas partes del mundo, han ejercido las tareas de cuidadoras y formadoras de los niños, pero también de las personas enfermas. Avanzar a ideas de trabajo comunitario, tanto en lo educativo, como en las tareas del hogar y la educación podrían ayudar a favorecer el equilibrio de las cargas y mejorar las relaciones familiares y sociales, construir redes de apoyo para enfrentar situaciones de violencia, falta de trabajo y otros aspectos que afectan diariamente a las familias.
  6. Fortalecer la reflexión sobre el propio trabajo docente y la relevancia de la educación. Desde hace tiempo, se ha estado cuestionando el valor y la función de la escuela. La pandemia hace evidente que la escuela no tiene las mismas finalidades que el siglo pasado, y que en sus formas se ha caracterizado por estancarse en sus métodos, y su falta de pericia (y a veces hasta interés u oposición abierta) de la incorporación de la tecnología, sin embargo, la pandemia ha demostrado, que en la práctica la escuela y la labor de los docentes siguen siendo un centro fundamental de la vida social, el acceso a la educación básica, y el desarrollo integral de las personas. Así que es urgente la reflexión y el trabajo en equipo, para mejorar la misión y visión de la escuela, discutir su trabajo actual y futuro.

No tenemos conclusiones al respecto, la pandemia sigue su curso y las políticas seguirán ajustándose al desarrollo de las circunstancias, y los esfuerzos docentes por dar continuidad a la tarea educativa también. Pero sin duda, ya podemos ver algunos temas de interés y debate, que seguramente se pondrán de relieve en las organizaciones educativas y los gobiernos, y en las que esperamos, que los maestros tomen un papel protagónico.

Fuentes

  • Boaventura, de S. (2020). La cruel pedagogía del virus. CLACSO. Buenos Aires
  • MEJOREDU (2021). Experiencias internacionales de apoyo a la educación durante la emergencia sanitaria por covid-19. Balance y aportaciones para México. México
  • José Beltrán y Mar Venegas (coord.) (2020). Educar en época de confinamiento: La tarea de renovar un mundo común. Consultado en http://dx.doi.org/10.7203/RASE.13.2.17187, 19/03/2021. Revista de Sociología de la Educación (RASE) 2020, vol. 13, n.º 2, especial COVID-19 l ojs.uv.es/rase l ISSN: 2605-1923.

Author: Innovación y Asesoría Educativa AC

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