NUEVOS PUENTES DE COMUNICACIÓN: LA RELACIÓN CON LOS PADRES DE FAMILIA

2075890En varios textos académicos, de opinión y hasta en publicaciones en redes sociales, se hace alusión a que la escuela no ha cambiado. Que seguimos sentando a los alumnos en hileras, les hacemos dictados, los ponemos a resolver cuestionarios, y hasta pasamos lista con las mismas canciones. El pizarrón al frente, el maestro explicando, y los estudiantes cumpliendo lo que se les pide. Parece que todo sigue igual que décadas atrás.

Pero no es así. Aunque el pizarrón y el escritorio parecen inamovibles, y las bancas por supuesto necesarias, los avances de los estudios de la pedagogía, la psicología, la neurología, la didáctica, la llegada de la tecnología y otras ramas y cambios sociales y económicos, han aportado nuevas ideas a la construcción de la enseñanza, y han empujado a los profesores a utilizar nuevas estrategias de trabajo en los salones de clase.

Los libros y los cuadernos siempre serán necesarios. Pero los maestros se están esforzando (muchas veces contra corriente) por implementar un modelo basado en una enseñanza constructivista social. Esto quiere decir, que hay elementos de peso en la investigación, y que según esta visión del aprendizaje, son indispensables para el desarrollo integral de cualquier estudiante: trabajar en grupo o en equipo, construir sus propias ideas, participar activamente en tareas y habilidades, usar diversos materiales, y mejorar sus habilidades de convivencia social. Por ello, los maestros de hoy: juegan más en equipo con los alumnos, les piden que escriban sus propios textos con sus ideas, les piden construir objetos, realizar proyectos, resolver casos y problemas, no dejan kilos de tareas, evitan priorizar la memorización y fomentan la reflexión crítica, asumen que los niños saben muchas cosas y las utilizan para que aprendan temas nuevos.

La disciplina también es algo que se ha renovado, es un asunto más de lograr mejorar la convivencia, la tolerancia, la inclusión y el compañerismo, y NO ES cuestión de imponer reglas y castigos. Así que en las aulas de hoy los maestros pueden permitir diferentes cortes de cabello o apariencia, pero no pueden permitir las burlas hacia los compañeros, el robo o las faltas de respeto.

Seguramente como maestro enfrentas la presión de los padres de familia que exigen que sus hijos aprendan lo que ellos aprendieron, en el tiempo y de la forma en que lo hicieron, y abundan comentarios como: “antes nos aprendíamos todas las capitales de Europa, ahora ya ni les dejan tarea, el maestro sólo se la pasa jugando y no aprenden nada, porque no repiten ejercicios, para este mes deberían ya saber trazar todas las letras…”.  Las voces de los padres son importantes, porque ellos forman parte del triángulo ideal (casa- escuela-alumno) para que los alumnos logren los aprendizajes esperados y alcancen el perfil de egreso de la educación básica, y por la misma razón debemos escucharles, pero a la vez informarles de cómo estamos orientando en la actualidad la formación de las personas.

Lo más relevante para logra recuperar una buena relación con los padres, que contribuya al trabajo que se hace en la escuela, es CONSTRUIR MEJORES FORMAS DE COMUNICACIÓN EN UN CLIMA DE RESPETO. Así como los padres continuamente señalan que hemos dejado de trabajar de ciertas formas, también es común que los maestros señalen a los padres porque no educan igual a sus hijos que en el pasado. DEBEMOS ACEPTAR QUE LA ESCUELA HA CAMBIADO, PERO LA FAMILIA TAMBIÉN, LA SOCIEDAD COMPLETA SE HA TRANSFORMADO. EFECTIVAMENTE AHORA LOS PAPÁS LE DAN UNA TABLET A SUS HIJOS PARA QUE SE ENTRETENGAN, Y ESO NO SUCEDÍA EN EL PASADO, POR UNA SIMPLE Y SENCILLA RAZÓN: LAS TABLETAS NO EXISTÍAN.

Exigir a los padres que sean como los de antes, es pedirles a ellos algo que tampoco pueden hacer: no pueden desaparecer la violencia, los avances tecnológicos, los nuevos tipos de familias, entre otras cosas. TANTO, ESCUELA COMO FAMILIA ESTÁN VIVIENDO CAMBIOS DIFÍCILES DE MANEJAR: que educar en los valores es asunto de todos, que la tecnología  está presente en todas partes y le encanta a los muchachos, que estamos rodeados de violencia y de desintegración familiar, que el medio ambiente está en peligro, que las oportunidades de empleo son diferentes y poco permanentes, que hay nuevas formas de relaciones personales y sexuales, que existe acceso a drogas y armas, entre otros, Y POR LOS QUE AMBOS, TANTO PADRES COMO MAESTROS, NOS SENTIMOS REBASADOS.

¿Qué podemos hacer los maestros? Nuestra tarea es combatir la desinformación con información. Empecemos por los cambios en la educación que ofrece la escuela, que es lo que nos toca. Debemos informar a los padres de los nuevos enfoques de los programas, en un folleto, en una nota junto a la actividad realizada en el cuaderno, mediante muestras de trabajos espontáneas cuando recogen a sus hijos, sobre los cambios en las formas de trabajo en las reuniones de padres, con ejemplos sencillos, con frases de autores, de los programas de estudio, etc. Explicarles porque los niños ya no deben aprender con planas, repeticiones  o cuestionarios; explicarles porque jugamos mucho, porque les pedimos que investiguen, que hablen, que escriban sus ideas a pesar de la mala letra; explicarles que queremos motivarles a hacer suyo el conocimiento de forma práctica.

Podemos usar frases como: “Sabías que está comprobado que las personas aprenden mejor en equipo”, “Sabías que las edades normales para aprenden a leer oscilan de los 5 a los 8 años”, “Sabías que los niños necesitan por las tardes tener periodos libres y hasta de aburrimiento para que su cerebro funcione mejor”, “Sabías que el pensamiento matemático se desarrolla cuando el alumno resuelve solo los problemas”. Y podemos hacer CAMPAÑA DE QUÉ SIGNIFICA EL CONSTRUCTIVISMO y porque apostamos a trabajar con estrategias que lo fomenten, tales como el trabajo con el juego, los proyectos, los casos, los problemas creativos.

Por otra parte, otra tarea no menor, es tratar de incorporar lo que sucede en el mundo a las aulas, rompiendo nuestras rutinas y planeaciones tradicionales, y avanzar en la comprensión y mejor intervención en los problemas que como sociedad estamos enfrentando (y que, insisto, enfrentan tanto padres como maestros). LOS MAESTROS PODEMOS SER CREATIVOS Y PROFESIONALES ANTE LAS NUEVAS NECESIDADES Y LOS CAMBIOS DE LA SOCIEDAD. Podemos sustituir la maqueta de la célula por la investigación de la clonación de órganos; el esquema del esqueleto, por una APP creada para detectar cuántos pasos debes caminar al día para que tu aparato locomotor no envejezca y quemes calorías; mirar cómo hacer composta en el salón y regalarla con macetas a la comunidad; leer, escribir y publicar en las redes sociales; identificar los comportamientos de violencia en nuestras comunidades, y tratar de hacer énfasis en el arte y los deportes como alternativas; entre otras ideas, que si bien no son posibles para todos los salones de nuestro país, sí pueden reinventarse y adaptarse a los múltiples contextos que estamos viviendo en la actualidad.

Es decir, SE TRATA DE CONSTRUIR COMUNIDAD, pues vivimos llenos de tensiones, acusaciones y opiniones sobre lo que significan los derechos humanos, acoso escolar, presiones externas e internas que a veces terminan en los tribunales, y es urgente que la escuela se renueve para buscar formas de comunicar lo que pensamos y hacemos como profesores, y escuchar de forma genuina las necesidades de los padres y alumnos. Si no trabajamos en la reconstrucción de este triángulo, con mayor razón nos sentiremos rebasados y agobiados por los cambios.

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Author: Innovación y Asesoría Educativa AC

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