Evaluar lo que aprenden los estudiantes no es sencillo. Implica recoger evidencias, observar, tener claros los niveles de logro, e incluso de contar con un sentido de justicia. La evaluación debe aportar información útil sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje tanto al docente, como al alumno, de manera que puedan usar estos datos para mejorar y avanzar. Además, dado que se trata de emitir juicios que después se convertirán en calificaciones, la evaluación requiere de un contexto ético y ergonómico, que justifique el juicio final, mediante técnicas e instrumentos diversos.
1) EMPIEZA POR TENER CLARA UNA ESTRATEGIA GENERAL DE EVALUACIÓN
2) CONSIDERA EL OBJETIVO ESPECÍFICO DE LA EVALUACIÓN Y EL TIPO DE CONTENIDO QUE SE EVALÚA
3) ANALIZA LOS INSTRUMENTOS ESPECÍFICOS QUE UTILIZARÁS PARA TU ESTRATEGIA Y FINES DE EVALUACIÓN:
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