En estas últimas semanas la capital de la Ciudad de México ha sufrido un colapso de contaminación atmosférica, que ha provocado un caos de transporte y de falta de un buen gobierno para enfrentar un asunto que afecta la salud de los ciudadanos.
Pocos ciudadanos de hecho, conocen que pueden levantar una queja en la Comisión de Derechos Humanos al tener una violación al derecho a un ambiente saludable en su entorno, en particular los niños. Mediante las demandas de los infantes, por ejemplo, se logró un avance jurídico en la protección del manglar Tajamar en el malecón de la ciudad de Quintana Roo.
En todo el país, hay una nulidad preocupante de proyectos de protección de los recursos naturales y de una adecuada y fructífera explotación de los mismos. En los programas de educación básica ya aparecen términos como “producción sustentable”, “reserva natural protegida”, pero lo cierto es que tenemos poca educación ambiental.
Todo un tema para compartir, trabajar y estudiar junto con nuestros alumnos, y tener entre ellos, en un futuro cercano arquitectos que cuidan el agua, políticos que aprovechan la energía solar y eólica, hombres y mujeres que clasifican y reciclan la basura. Estamos en una carrera contra el tiempo en lo que se refiere al cuidado de nuestro planeta.
Les compartimos un enlace interesante para los apasionados del tema: http://www.jmarcano.com/educa/
Comentarios recientes